La infancia de Gorki o la salvaje vida rusa

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publicado en BABELIA, 12 MAY 2012

Teñida por la miseria y la violencia, la infancia del escritor que sería célebre con el sobrenombre de Gorki («amargo», en ruso) es narrada, sin ahorrarnos los más tortuosos detalles, en el primer libro de su trilogía autobiográfica. Este relato de sus primeros ocho años de vida, publicado en 1913, arranca con el velatorio del padre y la figura central de la abuela: «Despídete de tu papá, (…) ha muerto, el pobre, antes de tiempo». La muerte del progenitor, lejos de quedar relegada a un acontecimiento triste en sí mismo, es el primer eslabón de una cadena de padecimientos que se suceden con pasmosa e inquietante regularidad. El niño pasa al cuidado, es un decir, de sus abuelos en cuya casa descubrirá un ambiente hostil, la «salvaje vida rusa» de los tiempos zaristas, en que los hombres, roídos por la penuria, se golpean con brutalidad para matar el aburrimiento. Gorki no tardará en probar ese látigo en sus propias carnes. Su abuelo le azota hasta que casi pierde el conocimiento, y ese episodio funesto junto con las posteriores jornadas de convalecencia se convertirán en «unos días trascendentales» para el resto de su vida. Madurando por fuerza y a la fuerza, con la sensación de que le han «desollado el corazón», comienza a desarrollarse en el futuro escritor una «solícita preocupación por el género humano» que le impedirá permanecer impasible ante cualquier vejación y dolor, propio y ajeno. Un ejercicio de estilo sobrio, con espléndidas descripciones y personajes vívidos, en el que emerge, hacia el final de las páginas, la voz nítida del autor: «¿De verdad vale la pena hablar de esto? […] Vale la pena. Pues es la pura verdad». Una verdad, nos dirá Gorki, de la que es preciso conocer sus raíces para arrancarlas de la memoria, del alma humana, de la vida rusa, pesada e indecorosa.

Infancia
Maksim Gorki
Prólogo de Paul Viejo
Traducción de Enrique Moya Carrión
Automática editorial, Madrid, 2012.
302 páginas 

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